I feel better

Lugares Comunes, de Adolfo Aristaraín. Algo saqué en claro de este filme. Enseñen a sus pupilos a pensar, luz, lucidez, no se dejen alienar.

Se me ocurre hacer un filete. Fue filete a la brasa, una gran llama pasó del foco emisor al foco receptor. Don’t get nervous. Apagué el fuego. Casualmente, el viernes recibí un curso relacionado con Incendios. El ponente llevaba la camisa y el pantalón inmaculadamente planchados. Le envidio. Envidio a la gente que es capaz de dejar una ropa perfectamente planchada. A mi me pone nerviosa, el fuego no, pero la plancha si.

Decidí salir de la madriguera. Otra peli, esta vez en el cine. Match Point. Una buena clase de inglés. Como dijo el que trabaja la madera, Allen es una buena aspirina. Cierto, mejoré. De esta peli, llegué a la conclusión, a parte de que la suerte influye en tu vida, de que no hay que mezclar estratos sociales. Según entraba al cine, me crucé con Victoria. Si, la mujer de Beckham. Un poco marchitada, la verdad y falta de educación en grandes dosis. L’oreal porque yo lo valgo.

En menos de media hora me crucé con más conocidos, dos chicas de la fiesta de la sidra, al mismo tiempo que a Victoria. Después en la Fnac a un compañero de instituto y a un chaval que me acompañó al concierto de Cesárea Évora. Times goes back.

Esta vez, que suene Telefon Tel Aviv. Y esta gentecilla de bronce, que comiencen a danzar. Le danse macabre.